La empresa, cualquier empresa, es un reflejo de la sociedad en muchos aspectos. Puede resultar una obviedad decirlo, ya que, una empresa es un conjunto de personas (y medios) organizadas y orientadas a la consecución de un fin común.

Dicho lo anterior, uno de los reflejos más sorprendentes que la sociedad provoca en ellas, es su capacidad de dejarse llevar por las modas. Sorprendente en este caso por la falta de criterio que muchas veces nos encontramos al sumarnos a esas modas sin plantearnos nada más. . . Cualquier departamento, incluido el área de Recursos Humanos / Personas / Felicidad, ninguno escapa de ello.

Más allá de que, evidentemente, el mundo evoluciona, aparecen conceptos y herramientas nuevas que hay que incorporar, pero ¡no todo vale!

Por ejemplo, muchos de nosotros vivimos la primera época de la formación e-learning. No eras nadie si no ponías en marcha algún programa de formación que al menos llevara una tercera parte de su contenido en este formato.  Y. . . ¿qué pasó? Que en muchos casos fue un auténtico fracaso, una bala gastada, una pérdida de credibilidad, de esfuerzo y de recursos. . . Ni siquiera se analizó si la empresa estaba preparada para este tipo de aprendizaje; si los empleados tenían las destrezas necesarias para llevar a cabo este tipo de formación. Por otro lado, y siendo honestos, los contenidos de aquella primera ola, eran bastante planos, nada que ver con los de ahora. Sin embargo, una empresa no era puntera si no ponías algo de esto en marcha.

También vinieron los outdoors, teambuldings, coaching, los desayunos de trabajo, los focus group, planes de desarrollo, escuelas de formación, el futbolín y las salas de siesta de Google (que tanto daño han hecho), y un montón de ideas, conceptos, prácticas que a lo largo del tiempo se han ido fagocitando unas a otras o simplemente les hemos cambiado el collar pero siguen siendo el mismo perro.

Y . . . ¿qué deberíamos hacer desde las áreas de Recursos Humanos / Personas / Felicidad respecto a estas modas? Empezar por ser honestos con la función y con la Dirección; dar nuestra opinión argumentada por cada moda que nos presenten para poner en marcha. Analizarla primero en el contexto en el que se encuentra esa moda, y analizarla en el marco en el que se encuentra también la sociedad y la compañía. Analizar si esa moda no dañará proyectos o iniciativas que cubren ese mismo objetivo y que actualmente funcionan, suponiendo exclusivamente un gasto sin ningún tipo de retorno. Analizar si lo que esa moda requiere tener anteriormente desarrollado, lo tenemos funcionando. Reflexionar profundamente sobre si esa moda cubre lo que necesitamos actualmente antes de poner a nuestro departamento y a la organización en su conjunto “patas arriba”.

Puede ser que la solución sea la correcta pero que el momento no lo sea. Ese debería ser nuestro verdadero objetivo como área: encontrar la mejor solución en el momento adecuado. Como área de Recursos Humanos, somos el vínculo entre las Personas que forman parte de la organización y la estrategia, los objetivos y los resultados de la misma.  Debemos ser los que mejor conozcamos a nuestros empleados, los que mejor entendamos sus necesidades y los de la organización, y los que mejor leamos el contexto en el que nuestra compañía se encuentra.

Me encantaría conocer tu experiencia y tu opinión sobre la adopción de modas en el ámbito empresarial ¿has tenido alguna buena o mala experiencia al respecto?