«Be water, mi techfriend»

Verano de 2014. En mi último año de carrera inicio mi andadura en esto de los Recursos Humanos, las Personas, la Felicidad con la inmensa suerte de toparme de frente con el mundo de la selección, no una selección «normal» sino, para añadirle un punto de dramatismo, selección IT. Todo era un mundo de ilusión, un mundo emocionante por aquello de comenzar tu primer trabajo, aprender de forma constante, enfrentarte a nuevos retos, metodologías y responsabilidades, todo lo que supone adentrarte en ese nuevo mundo de adultos.

«Ilusionante» hasta que llegó la primera entrevista con un perfil técnico:

– Cuéntame, ¿a qué te dedicas?

– Llevo varios años migrando entornos BigData de On Premise a las distintas Cloud públicas como AWS o Azure, siempre con especial foco en el ciclo de vida del dato y en la optimización de recursos y procesos. He utilizado tecnologías cómo Spark, Kafka, Hdfs, Yarn. Estos proyectos siempre los abordo bajo la filosofía DevOps, lo cual me obliga a tener conocimientos avanzados en tecnologías como Jenkins, Terraform o Ansible, para poder tener toda la infraestructura cómo código y poder aprovisionar las máquinas de forma desatendida, lo cual me permite tener controlados todos los cambios en un repositorio GIT.

Código de programación

Y. . . ¡se acabó la magia!

Día tras día, llegaban a mi vida una gran cantidad de conceptos que, hasta la fecha, no pensé nunca que tendría que utilizar y ni siquiera, que existían: compilar, Java, servidores, .Net, Cloud, DevOps, programación orientada a objetos, testing, QA, integración continua. . .

¡Y yo que era feliz con mi nivel alto de Word y Excel! No bastaba con empezar mi carrera profesional, comprender el nuevo entorno en el que me encontraba y hacer bien las entrevistas desde un punto de vista competencial, sino que también tenía que esforzarme por entender a esos candidatos que hablaban un lenguaje para mi desconocido.

Entrevistas donde solo entendía la primera frase «¡Hola! Buenas tardes». Entrevistas que se hacían densas hasta límites insospechados. Me daba la sensación de que hablaba con una persona de otro mundo. Y así empezó mi pasión por la tecnología. Sí, la letra, con sangre entra.

Ante este tipo de situaciones, quedarse parado (como todo en la vida) no es una solución. Adaptarse o morir. Me puse a investigar (¡gracias Google!) y a intentar comprender todos esos conceptos de los que me hablaban, hasta llegar a realizar un pequeño “Manual de Supervivencia”, señalando las tecnologías por áreas dentro del mundo del Software y del HardwareSelenium pertenece al área de QA, Java es un lenguaje de programación orientado a objetos, DevOps es una filosofía. . .

Poco a poco, aquellas personas que no hablaban mi lenguaje, en cada entrevista se convertían para mí en gurús que me enseñaban más sobre el sector IT, las aplicaciones de negocio, las tripas de una empresa e incluso… cómo funciona el mundo. También tuve la suerte de encontrarme con responsables y compañeros siempre dispuestos a explicarme esos conceptos que mi mente naive aún no llegaba a asimilar, por ejemplo, el gran y necesario concepto de compilar (o cualquier concepto técnico difícil de entender para alguien de mi sector).

Subiendo escaleras

Conforme pasaba el tiempo, fui realizando tutoriales en YouTube y algunos cursos gratuitos enfocados al mundo del desarrollo de Software en diversas plataformas digitales. Finalmente, en 2019 me atreví a tomar esa decisión que llevaba tiempo pensando: realizar un máster en Desarrollo Web. Tenía claro que no quería dedicarme a ello, pero sí quería involucrarme en este mundo y satisfacer esas ansias de aprender técnicamente. Entender a la persona que tenía delante y, por qué no, vivir en mis carnes eso de «picar código». Y he aquí, esta web que estás leyendo. La nueva versión de BUWA nace de esas ganas de poner en práctica lo aprendido (desde un perspectiva muy amateur, lógicamente).

Y es que, aunque parezca difícil, es importante que un Recruiter IT tenga esa orientación tecnológica (aunque sea mínima), para comprender el contenido de su trabajo. No deberíamos limitarnos únicamente a buscar los nombres de las tecnologías sin intentar ir más allá. Evidentemente, no le vamos a pedir a un Recruiter IT que realice una entrevista técnica, pero no estaría de más, que ese seleccionador supiera a quién tiene delante. ¿Por qué?

  • Por lo general, los puestos IT (desarrolladores, administradores de sistemas, arquitectos. . .) están compuestos de muchas tecnologías y conociendo el entorno, sabremos desde un primer momento hacia qué área se enfoca el candidato. También tendremos una visión más global de las tecnologías que posee cada persona y aunque no encaje en la posición concreta que buscamos, puede que sea apto en otras por su background técnico.
  • Porque conseguiremos atraer más a la persona que tenemos delante, ya que se sentirá en un contexto de escucha activa y, en definitiva, más entendido, más arropado. Si hablamos su mismo lenguaje, crearemos un entorno más agradable, llamando su atención y su posible interés. No olvidemos nunca que somos la cara visible del proceso de selección.
  • Relacionado con este último punto, aunque el candidato no avance (por los motivos que sean), habrá tenido una buena sensación inicial de nuestra compañía y es posible que la recomiende a sus colegas de profesión. Incluso, puede que en el futuro se acuerde de nosotros y cuando se vuelva a plantear el cambio, seamos los primeros de su lista.
  • Por el ahorro de tiempo para el candidato y la empresa. Si citamos a entrevista a una persona que no encaja, porque no hemos hecho un buen filtro inicial, estaremos haciendo perder el tiempo a todas las partes implicadas.
  • Y para mí, el punto más importante: por el crecimiento profesional y personal que supone. Conocer los aspectos de nuestro día a día nos ayuda a estar más seguros en nuestro trabajo y a ser mejores profesionales, aumentando así nuestra autoestima.

Obviamente el disponer de ciertos conocimientos técnicos, aunque ayuda enormemente, no nos garantiza el éxito del proceso de selección. Se trata de un plus valorable que nos ayuda a trasladar una mejor imagen de nuestra compañía, transmitiendo a nuestro candidato y/o cliente el cuidado y la profesionalización absoluta en nuestro proceso de selección.

Gafas y datos informáticos

Al fin y al cabo, el Recruiter IT, como cualquier otro Recruiter de otra especialidad, que sabe de lo que le están hablando, lleva mucho terreno ganado. En definitiva, el trasfondo de esta reflexión está ligado al concepto de involucración profesional: adaptarse, comprender y querer ser mejor en tu trabajo, algo que, sin esfuerzo, compromiso, curiosidad y dedicación es imposible conseguir.

Por otra parte, todo depende también de nuestra implicación, nuestro tiempo y nuestras ganas. Como bien decía mi madre: «quien quiere, busca razones. Quien no, excusas».  Y reitero que los Recruiters IT no tienen que ser personas con ingenierías, gracias a la era de Internet tenemos a nuestra disposición de manera gratuita miles, millones de artículos y blogs técnicos (con vocabulario más que entendible) que podemos consultar y revisar las veces que queramos.

Me encantaría conocer tu opinión y tu experiencia como especialista en perfiles IT o como especialista en otro tipo de perfiles ¿consideras importante tener conocimientos técnicos de los perfiles que seleccionas? Como candidato ¿te parece importante que el seleccionador domine tu área de especialización?